Urgente: el artículo 23.2 de los Derechos Humanos se está incumpliendo porque no hay igualdad salarial

Feb 22, 2023

Según Amnistía Internacional, las mujeres en España ganan de media un 13,5% menos que los hombres, pero se enfrentan a precios más altos a causa de la denominada ‘tasa rosa’ 

Mujer sacando cálculos para conocer el estado de sus finanzas. Fuente: Karolina Grabowska

Los derechos humanos están en peligro y al menos uno de ellos se está vulnerando. Este no es otro que el artículo 23.2 marcado en la Declaración Universal y que dicta que “toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual”. Los datos demuestran todo lo contrario a este precepto, pues en España de media las mujeres ganan un 13,5% menos que los hombres por realizar la misma labor o lo que es lo mismo trabajan aproximadamente 48 días gratis, según señala Amnistía Internacional. Unos porcentajes similares se encuentran en el resto de países europeos y se agravan cuando nos alejamos de este continente, como explica la Organización de Naciones Unidas (ONU). 

Esta brecha salarial cambia en función de la edad y los 36 años se marcan como fecha clave en un estudio elaborado por la Agencia Tributaria. En ese momento la remuneración que reciben las mujeres se encuentra ya un 8% por debajo de la de los hombres y aumenta hasta el 22,5% cuando cumplen 55 años. Sin embargo, la desigualdad laboral con la que conviven las mujeres va más allá. Muchas se enfrentan y chocan con el reconocido techo de cristal o suelo pegajoso, que para la Comisión Europea provoca una “falta de representación femenina en los altos cargos empresariales”. 

Los posibles orígenes

Las mujeres llegan al mercado laboral a finales del siglo XVIII con motivo de la Revolución Industrial -datan los historiadores- y ya se encuentran con la desigualdad salarial y de derechos. Una de las causas que lo puede explicar y que apuntan los profesionales en materia de género es el “distinto acceso a la educación”. Otros como la ONU señalan al sistema, que hace que las mujeres “queden relegadas” a trabajos de cuidados, que en muchas ocasiones “están fuera del alcance de leyes laborales”. A esto añaden, la maternidad y el hecho de que a partir del embarazo muchas mujeres se ven obligadas a reducir su jornada laboral para poder conciliar la vida familiar y profesional. Desde esa organización tras varios estudios han concluido que “las madres trabajadoras reciben un salario menor que aquellas que no tienen descendientes y la diferencia aumenta proporcionalmente con cada nuevo hijo”. 

Sin embargo, si se suman las horas de trabajo remunerado y no remunerado las mujeres realizan “jornadas laborales más largas”, tal y como indica un informe elaborado por la Comisión Europea. Los expertos hablan del concepto “doble jornada” para referirse a aquellas mujeres que después de cumplir con su trabajo remunerado tienen que asumir también “trabajo reproductivo” -tareas relacionadas con el bienestar y cuidado de la familia-. Incluso, definen la “triple jornada” cuando lo no remunerado pasa los límites y deben asistir a reuniones escolares o gestionar temas médicos. 


Mapa mundial sobre el nivel de desigualdad salarial en 2022. Fuente: Foro Económico Mundial en Datos Macro

Menor sueldo, mayor gasto 

Como muestran los datos, el sueldo que perciben las mujeres es inferior, sin embargo numerosos análisis aseguran que “la vida es más cara para ellas”. Las largas jornadas entre lo laboral y personal hacen que estén “sometidas a altos niveles de estrés” y puedan sufrir trastornos mentales, molestias cardiovasculares, óseas… provocando un “mayor gasto” en tratamientos médicos. Tampoco hay que olvidarse de la biología femenina y con ello de la menstruación en la que se obtienen productos higiénicos y analgésicos para reducir las molestias. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la compra de estos artículos durante los 40 años de media que dura el período puede superar los 2.000 euros. 

Existen otros muchos productos que tienen un “precio diferente” en función del género que lo use y es cuando se aplica lo que los especialistas denominan “la tasa rosa”. Diversos informes que tratan este tema hablan de que las mujeres pagan más por un mismo producto solo porque aparece una etiqueta que pone “para mujeres”. Ejemplo de ello pueden ser desodorantes, geles, perfumes, cremas de cuidado de la piel o los guantes para lavar, que aumentan su precio conforme bajan la talla. La Oficina de Consumo de Nueva York realizó un estudio para demostrar este hecho y tras analizar 800 productos de variadas categorías concluyeron que la subida en el coste iba hasta el 50% y provocaba que las mujeres tuvieran que pagar de media 1.400 dólares más al año

Este fenómeno también se ve en servicios como algunas peluquerías donde a una mujer le cuesta el doble de dinero cortarse el pelo o en las tintorerías el coste de una prenda catalogada como femenina recibe un plus cuando el tratamiento es el mismo. La abogada de la Universidad de California, Celeste Kauffman, señala que los estereotipos de género o las presiones sociales a las que se somete a las mujeres sobre su “belleza” hacen que se espere que compren determinados productos porque ese aspecto “tiene un precio” o que tengan un gran armario de ropa y apunta que “la moda femenina cambia más rápido”. 


Comparación de precios a la izquierda el perfume para hombres y el de la derecha orientado a mujeres. Fuente: Canva

Además de estos gastos, muchas mujeres destinan gran parte de sus ingresos a “la educación, alimentación y salud de su familia”, como publica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Todo este contexto hace que las mujeres inviertan un 29% menos que los hombres y pierdan esa oportunidad de “generar ahorros para el futuro”. Así lo cuenta un informe de la banca N26 después de encuestar a más de 16.000 mujeres, que confesaron que quieren aumentar su inversión, pero poco menos de la mitad de ellas no pueden hacerlo por “falta de dinero o de conocimientos”.

Para revertir la brecha de género, la Unión Europea marcó la igualdad salarial como derecho fundamental hace 45 años. Como demuestran las cifras, todavía no se ha logrado y siguen trabajando en sistemas de vigilancia de datos salariales de las empresas, entre otras acciones. Si esto continúa así, desde la ONU consideran que se tardarían “257 años en alcanzar la igualdad económica entre géneros en todo el mundo”. En el caso de que eso ocurra, traería “importantes beneficios” porque los niveles de pobreza caerían, más mujeres llegarían a los puestos de dirección y aumentaría la productividad en las empresas, recuerda el Observatorio de la Igualdad y el Empleo. Ellos mismos no quieren dejar pasar que al fin y al cabo la igualdad salarial es un derecho y un reconocimiento al trabajo que realizan millones de mujeres cada día. 

Links de interés:

Análisis de la brecha salarial de género en España. Identificando las causas para encontrar las soluciones. Elaborado por CEOE y PWC. https://www.pwc.es/es/publicaciones/diversidad/analisis-brecha-salarial-genero-espana-ceos-pwc.pdf 

Cómo combatir la brecha salarial entre hombres y mujeres en la Unión Europea. Confeccionado por la Comisión Europea. https://www.inmujeres.gob.es/publicacioneselectronicas/documentacion/Documentos/DE1460.pdf 

Las mujeres y la inversión, estudio de la brecha de género por N26. https://blog.stockcrowdin.com/las-mujeres-y-la-inversi%C3%B3n-estudio-de-la-brecha-de-g%C3%A9nero 

Ser mujer en nuestra sociedad capitalista y sexista es costoso. Artículo elaborado por Celeste Kauffman sobre la ‘tasa rosa’. https://www.dejusticia.org/column/el-costo-de-ser-mujer/